El movimiento de los Peones Negros decide seguir en la calle

El movimiento de los Peones Negros decide seguir en la calle convocando la concentración 11 de cada mes.

En contra de los rumores que se han extendido en los últimos días, el movimiento de los Peones Negros va a continuar en la calle reclamando la verdad, la dignidad de todos los ciudadanos y la memoria de las victimas del terrorismo. Nada ni nadie podrá acallar a este movimiento, que ya se ha convertido en un auténtico fenómeno social.

Los Peones Negros nacen como un fenómeno singular y espontáneo a partir de personas que se conocen en internet, en el blog de Luis del Pino, y que deciden asociarse libremente difundiendo esta iniciativa ciudadana a otras muchas que se unen posteriormente a esta plataforma sin ni siquiera tener un acceso a Internet o poseer experiencia asociativa. Desde el principio se formaron en muchas localidades grupos de Peones que se autofinanciaban con aportaciones voluntarias de sus miembros, elegían democráticamente su representante local y se coordinaban con otros grupos a través del foro de fondodocumental.com. A partir de un momento determinado, Peones Negros decide, por adhesión sucesiva de sus miembros, convocar el 11 de cada mes, una concentración para saber la verdad del 11 M y homenajear a las víctimas. Esta concentración había alcanzado la cifra de 57 ciudades y se encontraba en aumento.

Las decisiones eran siempre discutidas y consensuadas entre todos e impulsadas por el coordinador nacional, elegido por los representantes locales. Se compartía, eso sí, la idea de que Luis del Pino, aun no habiendo tomado parte en la organización del movimiento, constituía un referente importante a través de sus investigaciones y su personal ejemplo de valentía y arrojo. También se reconocía a del Pino un cierto liderazgo moral por sus méritos personales y por haber sembrado la semilla de la duda sobre la versión oficial del 11 M. Pero el señor del Pino nunca se sometió a ningún tipo de elección dentro de la agrupación, elección que hubiese añadido la legitimidad democrática a la moral. Así, Peones funcionó como una simbiosis entre una organización ciudadana creada desde la base y la investigación de Luis del Pino en la que también colaboraban muchos miembros de los Peones Negros.

El problema surge cuando Luis del Pino, tomándose atribuciones que no pueden en buena lógica corresponderle, pretende erigirse como líder indiscutible del movimiento y decide que los Peones Negros deben desmovilizarse, renunciar a su concentración 11 de cada mes, desmontar las estructuras existentes y volver a Internet para poder crear en el futuro otra estructura diferente, ya se decidirá cómo. En sus escritos, del Pino ordena cancelar la concentración del 11 de marzo y prohíbe salir a la calle con pancartas o símbolos propios mientras proclama un cambio de estrategia para los Peones Negros en la que se insinúa la improcedencia de las concentraciones y de la difusión de la duda en la calle. Pero del Pino había dejado ya claras sus intenciones a destacados miembros de los Peones, afirmando que no deseaba tener una estructura que no pudiese dominar ya que cualquier decisión de la organización repercutía sobre su imagen.

Pero, al igual que no se puede poner puertas al campo, tampoco se puede pedir a ciudadanos que actúan por principios, generosidad y sentido del deber, que se retiren de la calle y desmonten las estructuras organizativas, que tanto trabajo ha costado construir, haciendo dejación de la palabra dada a sus compañeros peones, menospreciando el gran esfuerzo que han realizado muchos compañeros y defraudando la confianza que muchos conciudadanos habían puesto en ellos.

El movimiento libre de Peones Negros considera que la decisión de desmovilizarse la tendrían que tomar, en todo caso, sus asociados, después de escuchar y discutir razones de peso que en ningún momento se han aportado. Y es que este movimiento "es propiedad de todos los ciudadanos sin que pueda ser patrimonio de ninguna persona, familia o grupo de presión". Los asociados a Peones Negros no son súbditos de una monarquía absoluta ni miembros de una secta que sigan ciegamente las órdenes e instrucciones de un gurú sino ciudadanos libres, con capacidad crítica y conscientes de sus derechos.

Por todo ello, el movimiento libre de Peones Negros no va a desmontar sus estructuras organizativas sino que continuará en la calle buscando la verdad y cumpliendo la palabra dada a muchos ciudadanos ya que todavía no se conoce lo que realmente ocurrió el 11M. Rechaza también las amenazas recibidas en el caso de no disolverse e informa a la opinión pública de que Luis del Pino, aún siendo una persona completamente respetada dentro de la plataforma, de ningún modo habla ni puede hablar en nombre de los Peones Negros.