Desde hace más de cinco años, quienes nos hemos opuesto a aceptar la versión oficial de los atentados del 11M, hemos sido tachados de mil cosas, fascistas, golpista nos llamó esa “perla del periodismo que atiende por Calleja”, y otras lindezas más.
A medida que iba pasando el tiempo, muchos ciudadanos, políticos y periodistas se iban plegando a las exigencias del poder establecido. La versión oficial era la única, la correcta. Quien se apartaba de ella o la discutía era duramente censurado. El líder de la oposición pasó a ser un corderillo obediente.
Y llegó el juicio. Asistimos atónitos, según iban pasando los días. Al final, la sentencia aunque se alejaba de la versión oficial, no entraba en materia. No se había querido profundizar, tal vez porque la inmensa basura que había era demasiada para que un juez del montón, como ha resultado el tal Bermúdez, se atreviese a descubrir. Curiosamente el Ministro del Interior le entregó la “Medalla al mérito policial”
Nos ha tocado caminar por un desierto, cada vez más solos, cada vez siendo menos. El cansancio, la desmoralización, dejaron a muchos ciudadanos y algunos, además, compañeros nuestros, en el camino. Nos acompañaron un buen trecho, pero se les hizo muy duro un camino preparado a conciencia para acabar con cualquier atisbo de resistencia.
Se habían empeñado en que la versión oficial se impondría, pues estaban seguros de que nadie sería capaz de, ni siquiera de analizando la sentencia del Tribunal Supremo, continuar discutiendo.
Así, las noticias sobre el 11 M dejarían de ser noticias.
Salvo el periódico El Mundo, nadie publicaba nada . El asunto, se creían, estaba atado y bien atado.
Nosotros hemos seguido recorriendo el camino que nos propusimos hace ya tres años. Somos menos, pero seguimos. Seguimos exigiendo la verdad del 11 M sencillamente porque hay mil piezas que no encajan.
Desde este año hemos avanzado en la consecución de nuestro objetivo.
Han ocurrido, al menos, cuatro sucesos que nos han ayudado, que deben ayudar a que los ciudadanos se vuelvan a despertar. Se rearmen de moral y vuelvan a salir a la calle para exigir la verdad.
El primero fue la aparición del libro de José María de Pablos “la Cuarta trama”, recopilaba la información más destacada de todo lo que figura en el sumario y de las sesiones del juicio.
Ordenó ideas, nos hizo recordar mil detalles.
Después apareció en El Mundo una fotografía en la que se vía cómo los agentes Tedax recogían muestras de uno de los focos de las explosiones, y los introducían en una bolsa de plástico. La foto estaba en el sumario. Pero nadie había caído en su existencia. Con ello se venía a demostrar una de las grandes mentiras. El explosivo que sembró de muerte a Madrid, no había sido posible analizarlo debidamente porque apenas quedaban restos de los focos. De uno de los focos, en concreto, ninguna muestra se aportó, cuando, con el juicio comenzado, se realizaba una pericia para determinar el explosivo, que nadie había hecho con anterioridad.
¿Cómo era posible que no hubiese más restos?, ¿qué había pasado con ellos?
Posteriormente se publicó un libro “Titadyne”, escrito por uno de los peritos no pertenecientes a los oficiales. Allí, en sus páginas, se decía claramente que nada de goma 2 Eco.
El Mundo celebró un acto para la presentación del libro, e invitó a la Presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11 M, a que diera el paso adelante.
Y Ángeles Domínguez lo dio. José María de Pablos presentó la querella contra el Exjefe de los Tedax, Sánchez Manzano.
Quiso el destino que en esos momentos se dictara sentencia en un juicio de la jurisdicción civil en el que el ExTedax solicitaba una fuerte indemnización al periódico El Mundo, por lesión del honor, y la sentencia absolvía al periódico al considerar que lo informado por tal medio era correcto.
En un juzgado de instrucción de Madrid se admitió la querella de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11 M.
En principio Sánchez Manzano no acudió, pero finalmente y tras ser interrogado confesó que él había hecho desaparecer todos los restos de las explosiones.
LA GRAN MENTIRA DE LA VERSIÓN OFICIAL COMENZÓ A RESQUEBRAJARSE.
¿cómo es posible que nadie antes, le interrogase sobre cómo se guardaron tan escasas muestras?
¿sin autorización del juez, por qué ha destruido miles de muestras?
Se ha comenzado, por fin, a desmontar la gran farsa. La gran infamia.
Queda un larguísimo camino todavía por recorrer, habrá mil obstáculos que vencer. Lo sabemos. La verdad del 11 M cambiará todo.
Pero, ahora, desearía formular unos comentarios:
1º Dada la gravedad de la confesión de Sánchez Manzano, cómo es posible que ningún otro medio de comunicación haya hecho referencia a ello. ¿es que están vendidos?,
2º Es muy llamativo que donde se estén librando estas batallas sean en los Juzgados normales y corrientes, porque la Audiencia Nacional no accede a realizar ninguna prueba ni practica alguna. ¿por qué? ¿están conjurados en que no se conozca la verdad?
3º El gobierno, el Ministro del Interior están mudos. Obviamente se entiende, esto se le viene abajo. ¿Os acordáis cuando Rubalcaba mentía a todas horas en el Congreso de los Diputados negándola vinculación del PSOE con el GAL.
4º ¿cómo es posible que la gente siga callada como si nada hubiese ocurrido?
ESTO ES UN AUTÉNTICO ESCÁNDALO
Y volvemos a ese conjunto que está pudriendo a la sociedad española.
La política, los jueces y los medios de comunicación.
Contra ellos nos enfrentamos. Pero seguiremos adelante.
Ya se ha conseguido la confesión de Sánchez Manzano. Me imagino que los que fueron sus superiores estarán sintiendo los “ajustes” del cuello de la camisa.
Por eso, ahora, más que nunca, debemos gritar QUEREMOS SABER LA VERDAD.